Durante los últimos años se han popularizado los índices o rankings globales que, a modo de termómetro, califican o puntúan la situación de la democracia y las libertades civiles de los países a partir de una serie de indicadores o preguntas, que varían en función de la entidad que desarrolla el instrumento.
Desde el final de la dictadura, Chile viene destacando con resultados muy positivos en los principales ránkings sobre libertades asociadas a medios, internet y libertad de expresión.
Recientemente se han publicado los resultados del Índice Chapultepec de la Libertad de Expresión en América y del informe de Freedom House sobre las libertades de Internet, donde se valora muy positivamente la situación en Chile al identificarse un número muy escaso de incidentes.
Si bien la situación de Chile no es comparable a los problemas identificados en otros países de la región, la calidad de los datos, la escasez de fuentes nacionales o la subvaloración de los problemas existentes en el país pueden estar contribuyendo a generar un espejismo que no permite ver los problemas en Chile.
Colombian communicator and researcher Jorge Londoño presented the Índice Chapultepec, que elabora desde 2020 la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Chile ocupó el primer lugar en el Índice tras cuatro años, con un puntaje de 79,65, mejorando su puntaje respecto de 2022 y 2023, posicionándose como líder del grupo de 8 países con “baja restricción” en libertad de expresión.
The análisis sobre Chile, que considera el periodo comprendido entre el 2 de agosto de 2023 y el 1 de agosto de 2024, registra un avance en las áreas de libertad de expresión y prensa.
El indicador de violencia contra periodistas es donde presenta peor puntaje: 13,28 de un total de veinte, mientras que en el entorno judicial es donde obtiene mejor puntuación dado que “no se han registrado eventos o decisiones que afecten el trabajo de los medios de comunicación, la labor de los periodistas o la libertad de expresión de la población en general”.
Sin embargo, en el informe no se hace referencia a diversos incidentes que han sido documentados por organizaciones nacionales, como el Observatorio del Derecho a la Comunicación; es el caso de las condenas por injurias por reportajes periodísticos o la negativa judicial a que se dé a conocer la agenda de reuniones del Presidente de la República.
El pasado mes de octubre Freedom House lanzó su último informe Freedom on the Net 2024: The Struggle for Trust Online, en el cual hace un repaso por la situación actual del estado de la libertad en internet y sus principales problemáticas en 72 países del mundo. Freedom House evaluó a por primera vez a Chile, que obtuvo un puntaje de 86 sobre 100, calificándolo como “libre” con el tercer mejor puntaje de los países analizados, solo por detrás de Islandia y Estonia, igualado con Canadá, y con mejor evaluación que países como Países Bajos, Taiwán, Japón, Reino Unido y Alemania.
Colombian communicator and researcher Jorge Londoño presented the análisis sobre Chile, que consideró el periodo del 1 de junio de 2023 al 31 de mayo de 2024, el indicador con peor puntuación es el apartado de violaciones de derechos de los usuarios/as, que a pesar de todo obtiene 30 de 40 puntos a pesar de los distintos problemas documentados en Chile. En el apartado de obstáculos al acceso obtiene 24 de 25 puntos y respecto a los límites a los contenidos obtiene 32 de 35 puntos.
Resulta especialmente llamativo la valoración relativa a los organismos reguladores, donde se otorga la máxima puntuación (4/4) a pesar de que “el regulador de internet en Chile depende administrativamente del gobierno” por lo que carece de garantías de independencia.
También llama la atención la puntuación en otros apartados como el que aborda el derecho a la privacidad frente a empresas, considerando que Chile aún no promulga la ley de protección de datos personales, por lo que no cuenta con una autoridad de supervisión.
Estos ejemplos de deficiencias en la identificación de problemas por parte de estos dos rankings pueden deberse a distintos factores, si bien uno de ellos es la calidad de las fuentes.
En comparación con otros países de la región, en Chile se producen pocos informes que recopilen información o casos relativos a problemas de libertad de libertad de expresión. Esta falta de registro propicia que los informantes claves o personas entrevistadas para estos rankings tengan un conocimiento parcial o basen sus observaciones en una percepción más subjetiva.
Por Javier García, Diciembre de 2024