En 2022 la actual Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel) instruyó una auditoría interna al detectar el no cobro por el uso del espectro radioeléctrico por parte de varias empresas del sector al 31 de diciembre de 2021.
Durante 2023, se hizo público que al menos desde el año 2013 (gobiernos de Piñera I, Bachelet II y Piñera II) la Subtel había “olvidado” cobrar 7.700 millones de pesos por uso del espectro a las empresas Telefónica, Claro y Will (actualmente parte de Entel).
Luego de esto, el organismo dependiente del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones se autodenunció ante la Contraloría para poder dejar constancia de la situación e inició un sumario interno buscando esclarecer los motivos por los cuales este pago no se realizó. En ese momento se difundieron como posibles razones de este “olvido” motivos técnicos y también políticos, con el consecuente perjuicio fiscal.
Este hecho volvió a ser noticia a partir de septiembre de 2024 cuando la Contraloría emitió su informe. Entre otros problemas, el organismo estableció que la Subtel no tiene claridad sobre cuántas y cuáles concesiones o permisos vigentes ha otorgado por el uso del espectro radioeléctrico.
Asimismo, el ente fiscalizador instruyó la apertura de procedimientos disciplinarios para investigar las posibles responsabilidades administrativas relacionadas con las irregularidades detectadas en la Subtel, remitiendo los antecedentes al Ministerio Público y al Consejo de Defensa del Estado (CDE).
Finalmente, entre las recomendaciones del órgano contralor se encuentran la actualización de la normativa vigente, la mejora en los mecanismos de fiscalización y control, además de la implementación de un sistema automatizado de cobros.
El espectro radioeléctrico es un recurso natural, inmaterial y de demanda creciente por la gran cantidad de usos y aplicaciones que hace posible. Tradicionalmente ha sido considerado un recurso escaso o limitado.
El artículo 2 de la Ley 18.168 General de las Telecomunicaciones (1982) establece que el espectro es un bien nacional, cuyo dominio pertenece a la Nación, lo que justifica la imposibilidad de su apropiación por parte de particulares y que las autorizaciones de uso sean esencialmente de carácter temporal.
Todas estas características particulares del espectro radioeléctrico son las que fundamentan el cobro del pago por su uso, el cual aplica a concesionarios, permisionarios y titulares de licencias de servicios de telecomunicaciones. Si bien el 93% de los cobros no ejecutados se concentran en 12 empresas de telecomunicaciones, el problema también abarcaría radiodifusión sonora, televisión abierta y servicios limitados de televisión.
Lo ocurrido en torno a este “olvido” pone sobre la palestra el gran problema de la Subtel como organismo gubernamental que al mismo tiempo fiscaliza y desarrolla la política pública: “No parece correcto que quien dicta las normas sea el mismo que las fiscaliza y sanciona”, decía el mensaje con el cual en 2011 ingresó al parlamento el proyecto de ley de Superintendencia de Telecomunicaciones, que entre otras cosas pretendía resolver esta tensión, pensando también en reducir “el riesgo de ese fenómeno que se conoce como ‘captura del regulador’”.
Sin embargo, desde #regulaciónconvergente pensamos que 13 años más tarde el salto debe ser un poco más largo: en ese proyecto de nueva institucionalidad a pesar de incorporar propuestas de selección de cargos relevantes por Alta Dirección Pública, la designación del Superintendente seguía siendo una prerrogativa directa del Presidente de la República.
Esta Superintendencia tampoco se hacía cargo del soporte televisivo —con lo cual seguíamos sin resolver el problema de la convergencia regulatoria— ni una perspectiva de derechos humanos en comunicaciones, para comprender el acceso a la conectividad.
Es de esperar que este episodio y sus implicancias constituya una enseñanza sobre la importancia de tener organismos reguladores convergentes de carácter autónomo bien equipados tanto en términos de recursos humanos intachables y competentes, así como equipamientos técnicos de alto nivel para cumplir con su labor.
Por Chiara Sáez, diciembre 2024.
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